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ARQUITECTURA POPULAR

Solo la materia prima tienen en común el mudéjar y la arquitectura tradicional de estas tierras a la que se ha dado en llamar en los últimos tiempos, por razones obvias, arquitectura del barro. Sustentada en el empleo del tapial y del adobe, que el hombre amasa en ambos casos aunque de manera diversa con agua, paja y arcilla, sin cocción alguna y con secado al sol, la arquitectura del barro es fruto de un saber transmitido de padres a hijos de manera ininterrumpida a lo largo de los siglos. A pocos aspectos de la vida cotidiana y rural son ajenos los trabajos del barro. Aparecen en todas las dependencias de las casas de labranza, con muros de tapial que cierran sus corrales y miran a la calle e interiores construidos con entramados de adobes, varas, madera o ladrillo. Se asoman a las bodegas y a sus zarceras o ventanos, edificios religiosos, majadas para el ganado ovino protegidas con cubierta vegetal, colmenares de caseta y palomares.
La arquitectura del barro es en estas tierras una seña de identidad. Un resumen excepcional de la manera de ver la vida de unas gentes que fueron capaces de fundir lo práctico y lo estético integrándose de manera respetuosa como ninguna otra en su paisaje.
(Si quieres conocer la técnica de Fabricación del adobe, tapial, algo más sobre palomares y   casetas ). 


LA CASA DE BARRO

Puesto que es el material quien más diferencia la vivienda rural, diremos que dentro de la casa de barro sin cocer, predomina el barro moldeado en adobes o prensado en tapial, siendo más abundante la tipología segunda sobre la primera.

Se desarrolla totalmente en medio agrícola, formando parte de él, siendo la vivienda una parte del aderezo de la explotación agrícola. Es ésta casualmente la que da carácter a la calidad de edificación y por lo tanto a su disposición.

Así, tenemos la simple casa del "jornalero o arrendatario", de tipología molinera, de una o dos plantas, la del mediano propietario meramente agrícola de dos o tres plantas, en la cual convive la actividad ganadera y cuando es mixta, está actividad se amplía con un gran corral.

La casa molinera, normalmente, de adobe y en muchos casos trullada, si es de dos plantas, en la baja se ubica la vivienda propiamente dicha y la alta se destina a pajar desván o sobrado, con cubiertas a dos y cuatro vertientes y no muy amplio corral, donde albergan el gallinero y conejera.

Volviendo a la entrada de la casa, nos encontramos próximo a él la cocina de "trébede". Puede decirse que ésta es la versión " pobre" de la "gloria" , consistiendo en un banco hueco en planta rectangular construido en ladrillo o adobe, adosado a uno de los muros de la habitación.

En la fachada extrema del banco está el fogón u hogar, donde se da fuego a la paja o leña, usado para el preparado diario de las viandas, también la energía empleada en la condimentación para la calefacción del ambiente.

En los meses crudos del invierno era usada como lugar de reposo, sobre todo de enfermos, criaturas de corta edad y ancianos. En determinadas zonas de Tierra de Campos, se usa la "gloria" un sistema de calefacción más sofisticado de calefacción que la " trébede".

La gloria surge en una zona donde la madera es escasa y donde por el contrario, el abundante cultivo de cereales, permite la fácil obtención de paja, materia prima, para la combustión de la "gloria".

Ahora pasamos al corral, el acceso al mismo se puede realizar desde el interior de la vivienda o desde el exterior, por medio de unas grandes portoneras denominadas traseras, que permitían el acceso al interior del mismo de los carros de labor y caballerizas, los cuales tienen sus cuadras en el mismo.

Al lado de éstas estaban otras dependencias destinadas a los animales menores como porqueriza, conejera, gallinero y en algunos casos hasta tenada para un pequeño hato de ovejas, así como palomar y colmenar

Asociación Cultural Balle de Scapa

 

 
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